La boca es una de las partes del organismo más afectadas por el consumo de tabaco. Habitualmente, se relaciona con problemas estéticos en los dientes, como las alteraciones en el color o la aparición de manchas, y con la molesta halitosis.
Pero el tabaquismo puede agravar otras dolencias relacionadas con la salud bucodental, como la periodontitis, y es un factor de riesgo para el cáncer oral.
Aunque normalmente se piensa en otros profesionales sanitarios a la hora de pedir asesoramiento para dejar de fumar, el dentista puede ayudar. Más allá del conocimiento que tiene cada odontólogo de sus pacientes, expertos del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) han desarrollado un protocolo de siete pasos que sirve de referencia al abordar el tabaquismo en la consulta.
¿Cómo afecta el tabaco a tu boca?
El tabaco reduce la producción de saliva y aumenta la acumulación de sarro. Ello conlleva más riesgo de desarrollar enfermedad periodontal en las encías, con la inflamación y sangrado como primeros síntomas pero que puede llevar a la pérdida de piezas dentales. Entre el 30 y el 40% de los casos de periodontitis crónica son atribuibles al tabaco.
Esa reducción de la saliva y el crecimiento de la placa bacteriana por el abuso de la nicotina favorece la aparición de caries e implica un mayor riesgo de fracaso y complicaciones con los implantes dentales.
El tabaquismo hace que tarde más en cicatrizar cualquier herida o úlcera en la boca, prolongando las molestias. Al fumar se incrementa además el riesgo de padecer cáncer oral. Más del 75% de los casos se dan, de hecho, en personas fumadoras.
¿Cómo puede ayudarte tu dentista?
El Protocolo de Cesación Tabáquica en la Clínica Dental desarrollado por el CNPT y la SEPA recoge distintos pasos para que el dentista asesore y ayude al paciente para dejar de fumar de forma paralela a los tratamientos o a las sucesivas visitas a la clínica.
En un primer momento y tras una entrevista y recogida de datos inicial, el profesional informa al paciente de las implicaciones del tabaco en su salud y, más específicamente, en su salud bucodental y de los beneficios de cambiar de hábitos.
En la siguiente consulta, dará pautas de forma verbal y por escrito e irá evaluando la motivación y resolviendo las dudas del paciente.
A partir de ahí y en cada cita, le reforzará trasladándole de forma clara qué beneficios está teniendo el haber reducido o erradicado el consumo de tabaco.
En todo ese proceso, el dentista puede recomendar tratamientos para minimizar los problemas estéticos y que pueden influir en la autoestima, como limpiezas o blanqueamientos dentales, y podría aconsejar determinados productos.
También puede dar pautas para reforzar la higiene bucal. En principio, las pautas están diseñadas para hacerlas en un periodo de 12 meses. Aunque cada dentista se adaptará a las visitas y a las circunstancias de su paciente.
¡Cuida tu salud bucodental y #RevisaTuBoca regularmente!