Cuando pensamos en el dentista, solemos pensar únicamente en lo que refiere a la higiene bucodental, al cuidado de los dientes y al de las encías. Pero suele quedar atrás otra dolencia que tiene especial importancia: el cáncer oral.
El cáncer oral es un tumor maligno que puede aparecer en cualquier parte de la boca y, en España, representa cerca del 3% de todos los cánceres que se diagnostican. Sólo en 2022, se diagnosticaron en España cerca de 8.000 casos de cáncer oral y faringe, de los cuales sólo el 30% se de detectaron de forma precoz. Los hombres siguen, por el momento, representando el 70% de los pacientes, aunque cada año se incrementa el número de mujeres con este tipo de cáncer. Según el Atlas de Salud Bucodental en España, en su edición de 2022, publicado por el Consejo General de Dentistas, la enfermedad está muy relacionada con la edad, ya que el 83% de los nuevos casos se producen en personas mayores de 55 años, aunque cada año aumentan los casos en pacientes jóvenes.
El cáncer oral tiene una alta tasa de mortalidad y se sitúa, de hecho, en el puesto número 10 de los cánceres más frecuentes en España. No obstante, la reducción del consumo de alcohol y tabaco pueden disminuir considerablemente las posibilidades de padecerlo, y tu dentista puede ayudarte a abandonar estos hábitos.
La importancia de la autoexploración
Aunque el dentista puede detectar cualquier signo cancerígeno en la cavidad oral, llevar una rutina periódica de autoexploración en casa puede ayudar a tener una detección precoz del mismo. De acuerdo con los datos que porta el Atlas de Salud Bucodental en España, la tasa de supervivencia de los pacientes aumenta hasta el 90% cuando se detecta precozmente.
Para hacer una autoexploración de tu boca en casa, puedes seguir los siguientes pasos:
- Colócate frente a un espejo con una buena iluminación para observar la boca de cerca.
- Sostén tu labio inferior suavemente con las manos y dóblalo hacia afuera para observar el tejido interno del labio. Repite estos pasos con el labio superior.
- Con la boca abierta, puedes utilizar tu cepillo de dientes para mover suavemente tus mejillas hacia arriba y hacia afuera, en el caso de la parte superior de tu boca, y hacia abajo y hacia afuera, en la parte inferior de tu boca, para observar mejor las paredes internas de la boca. Puedes ayudarte con una linterna pequeña para iluminar mejor la cavidad oral.
- Con la boca muy abierta, examina la parte de atrás de los dientes del maxilar inferior.
- Para examinar tu lengua, ten en cuenta que debes examinarla por completo. Para ello, saca la lengua para ver la parte más interna de la misma, y muévela de izquierda a derecha para examinar los laterales.
- A continuación, sitúa la punta de la lengua en el cielo de la boca y examina la parte inferior de tu lengua, así como el suelo de la boca (la mucosa que hay bajo la lengua).
- Por último, con la boca abierta e inclinando la cabeza ligeramente hacia atrás, intenta examinar el paladar (el cielo de la boca).
¿Cuáles son los síntomas que deben alertarme?
Esta enfermedad suele comenzar con una úlcera o herida que no se cura. También puede aparecer en forma de bulto o hinchazón y presentar dolor, sangrado o causar dificultad para masticar o tragar. Más del 70% de los cánceres orales están precedidos de lesiones orales, como manchas o placas rojas o blancas persistentes en la boca. Se trata de una enfermedad que puede pasar desapercibida en sus estadios iniciales, haciendo que muchas veces se detecte cuando el paciente ya requiere cuidados.
Aunque puede aparecer en cualquier parte de la boca, las localizaciones más comunes de este tipo de enfermedad son la lengua, el interior de las mejillas y el suelo de la boca (debajo de la lengua).
Y si tienes alguna duda o durante tu autoexploración notas algo diferente en tu boca, como una úlcera que lleva días sin cerrarse o alguna mancha que antes no estuviera, no lo dudes: acude a tu dentista para que te haga un examen oral.
Recuerda: ¡no descuides tu salud bucodental ni bajes la guardia y #RevisaTuBoca!