La enfermedad de las encías (o periodontitis) es una infección grave de las encías que daña el tejido blando alrededor de los dientes, y se produce por la acumulación de placa bacteriana sobre el tejido que rodea los dientes. Si no se trata debidamente, esta infección puede llegar a afectar y destruir el hueso en el que se apoyan los dientes, produciendo, en última instancia, que se lleguen a caer.
Por regla general, la enfermedad de las encías suele ser resultado de no cuidar debidamente las encías ni los dientes, prestando poca atención a la higiene. El lado positivo es que, con una debida higiene y con revisiones periódicas en el dentista, se puede prevenir fácilmente.
Es importante tener en cuenta que la enfermedad de las encías es el estado que sucede a la gingivitis, que es su fase temprana.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de las encías?
Unas encías sanas se caracterizan por ser firmes y “abrazar” perfectamente los dientes. En cuanto al color, unas encías sanas pueden tener tonalidades diferentes dependiendo de la persona, pero puede ir del rosa claro al rosa oscuro, y también al marrón.
La mayoría de la población asocia la enfermedad de las encías al sangrado durante la higiene dental en casa, pero no es la única alerta que debemos tener en cuenta. Los síntomas pueden variar dependiendo de la circunstancia, pero engloban los siguientes:
- Inflamación o hinchazón de las encías.
- El color de las encías pasa del rosado a un rojo brillante, o incluso a un rojo oscuro, pudiendo llegar a un color violeta oscuro.
- Encías sensibles al tacto, es decir, que el roce con las mismas cause dolor, por ejemplo, al palparlas.
- El sangrado gingival. Esta suele ser la señal de alerta más evidente para nosotros, ya que la vemos durante el cepillado o al utilizar el hilo dental.
- Mal aliento que no desaparece tras cepillarnos los dientes y usar enjuagues bucales.
- Pérdida de tejido gingival. Si la enfermedad avanza, puede hacer que nuestras encías se retraigan, haciendo que los dientes se vean más largos.
- Posibilidad de experimentar dolor y molestias al masticar.
- Sensibilidad en los dientes al tomar alimentos fríos y calientes.
- Dientes que se mueven o, incluso, se caen.
- Aparición de espacios entre los dientes.
¿Cómo se puede prevenir la enfermedad de las encías?
La mejor estrategia para garantizar el buen estado de nuestras encías pasar por dos lugares: en la consulta de nuestro dentista y en casa.
Es conveniente adquirir el hábito de acudir al dentista de forma periódica y tener revisiones cada 6-12 meses para llevar un control del estado de nuestras encías y de nuestra higiene bucodental. Además, es recomendable que nuestro dentista realice limpiezas profesionales frecuentes para garantizar el estado óptimo de nuestras encías.
En caso de padecer una gingivitis avanzada o una enfermedad de las encías, el dentista puede recomendar aplicar un curetaje, que consiste en una limpieza en profundidad que eliminará el sarro que se encuentre en la zona periodontal, separando el tejido dañado y permitiendo que la encía pueda adherirse de nuevo a la pieza dental, conservando el diente siempre que sea posible.
En casa son varias las formas que tenemos de minimizar las posibilidades de desarrollar esta enfermedad:
- Reducir la toma de alcohol y de azúcar, ya sea en bebidas o alimentos.
- Evitar el tabaco.
- Una correcta higiene bucodental que incluya el cepillado diario, al menos dos o tres veces, el uso de hilo dental, al menos una vez al día y también del enjuague bucal a diario.
- En general, mantener una dieta equilibrada y variada ayuda a mantener nuestro organismo fortalecido, mejorando también la salud de nuestras encías.
#RevisaTuBoca y recuerda: ante la menor señal, no dudes en acudir a tu dentista.